sábado, 1 de mayo de 2010

El Jesuita Anónimo

En 1879 publicó Jiménez de la Espada una Relación de las Costumbres Antiguas de los Naturales del Perú, anónima, que se conserva manuscrita en la Biblioteca Nacional de España. Como de su propio texto se puede deducir que su autor era un miembro de la Compañía de Jesús, se le ha llamado comúnmente la Relación de Jesuita Anónimo.

El manuscrito consta de 84 páginas y por su contenido y los problemas que suscita es uno de los más curiosos e interesantes de la bibliografía peruana. El autor se propone a descubrir las costumbres civiles y religiosas de los Incas declarando su admiración por el gobierno y leyes de éstos y su repudio hacia las idolatrías, supersticiones, «fornicios, torpezas y suciedades».

Ver el manuscrito»

LA FECHA DEL MANUSCRITO
Jiménez de la Espada propuso que fuera del año 1615 a 1621.
El anónimo cita las fundaciones de establecimientos piadosos en el Cercado.
Según D. Marcos fue fundado entre 1616 y 1617.
Según Porras la fundación del cercado fue en 1571
Por los documentos de Egaña se deduce que las fundaciones fueron pedidas por el arzobispo Loayza en 1569, empezada en 1570 y terminada al año siguiente.
Porras se inclina a creer que el libro fuera escrito a fines del gobierno del virrey Toledo y hasta doce años después 1580 y 1592, ya que:
Dos misiones ha hecho la Compañía a las Chachapoyas y Guánuco y las reformaciones que entonces había dura agora con grande fructo, habiendo más de doce años que no ha ido la Compañía a esos lugares.

EL AUTOR DEL MANUSCRITO
A partir de la polémica González de la Rosa-Riva Agüero se empieza a especular que el jesuita anónimo y el P. Blas Valera son la misma persona.

Razones:
Ambos coinciden cronológica y sicológicamente.
Encarnan una tesis contraria a los cronistas toledanos: La benevolencia frente a la tiranía de los Incas.
Son los únicos que citan nombres de pucamayocs, seguidos luego por Oviedo y Montesinos.
También coinciden en las fuentes bibliográficas, nombrando a autores no mencionados por otros cronistas.
El manuscrito del Jesuita anónimo fue hallado en Cádiz en 1836, uno de los últimos lugares donde vivió Blas Valera.

«Y como en aquellos tiempos era de costumbre que a la parte de los indios fueron personas comúnmente idiotas, privados de voz activa y pasiva para las elecciones, eran muy pocos los que se inclinaban a ir a los indios, por parecer cosa de afrenta…»

Para José Durand es inconcebible que lo haya escrito un mestizo. No se trata de un peruano, sino de un español recién llegado, capaz de embestir contra cuanto no esté conforme con sus opiniones peninsulares.

Idiota: Retraído. Ignorante, que no tiene destreza para ejercer alguna ciencia o arte.
«Mandaron los médicos para que el vino tuviese los efectos que se pretendían. De lavar la vejiga y deshacer la piedra, se lindase el maíz con la saliva del hombre, que es muy medicinable. De manera que de aquí nació el mascar los niños y las doncellas el grano de maíz, y lo mascado ponerlo en vasos, para que después se cociese y pasase por diversos coladores de lienzo de algodón y agua limpia…»

Parece más propio de un mestizo, acostumbrado a ver desde la infancia lo que escribe. Una frase podría resumir la actitud del anónimo respecto al régimen político impuesto por los incas:

«En inga como gentil, erró en muchas cosas, y las llevó al pueblo tras sí, mas como hombre de razón acertó en muchas cosas y particularmente en negocio de gobierno, porque en esto de saber gobernar en lo civil a los piruanos conforme la ley natural, excedió a los españoles».

Según Porras también podrían ser:
Alonso de Bárcena
Bartolomé de Santiago
Diego Martínez
Juan Vásquez